Texto: Eduardo Varas C.
Temporal, como esa lluvia que persiste, como si el clima no jugara a favor, como si fuera una época complicada.
Y temporal, como si un momento en particular solo durara un tiempo en específico.
Hay algo de eso en este nuevo álbum de Ceci Juno, de esa doble posibilidad de entender su propuesta. Ese sentido que está en cada canción, como si se tratara de hablar de lo complicado, sin necesidad de complicarlo demasiado.
En ese campo, «Temporal» es un lujo de segundo disco. Tanto por su sonido –exquisito es poco— como por lo que la cantautora ha conseguido.
Se dice que un segundo disco es siempre una prueba de fuego, porque con él se puede definir —casi como si se tratase de un designio de un oráculo— la duración larga o corta de una carrera. Y, si bien no hay indicios de que esta idea haya preocupado a Ceci Juno, desde la posición de quien ha escuchado «Temporal» varias veces, ya hay certezas. La cantautora guayaquileña ha avanzado en su propuesta y con este nuevo disco solo queda sentarse, presionar play y dejarlo correr los 30 minutos que dura.
Sí, varias veces.
Frente a «Fantasmas» —su primer disco, de 2019—, «Temporal» es un acierto mayúsculo. Si bien las composiciones con una sensibilidad pop y R&B siguen ahí, así como la voz de Ceci Juno; el sonido es más poderoso. Todo tiene una mayor nitidez y fuerza y se percibe hasta cierta onda sombría —como en pequeños detalles en la canción «24/7″— en este trabajo producido por Sebastián Barniol.
Eso no significa que «Fantasmas» sea un trabajo menor. Lo que quiero hacer hincapié es que Ceci Juno ha subido un peldaño necesario para que su música suene como debe sonar. Y pueda acceder a más personas.
Cada sonido tiene su espacio, su momento para desarrollarse, el peso para sostener cada composición. Eso sí, todo está bien definido en la mezcla.
Los arreglos hablan de una conciencia clara sobre qué debe pasar en cada canción. La instrumentación utilizada en el disco es casi la misma del anterior trabajo: pianos, pianos eléctricos, guitarras acústicas, eléctricas, bajo, batería acústica —que suena como los dioses—. Pese a esta similitud, en «Temporal» hay una cualidad mucho más brillante.
El trabajo de Barniol en la producción es uno de los puntos fuertes, sin duda.
La voz y lo que canta
Las canciones tienen la firma de su autora. Ceci Juno compone de una manera particular, con la que es capaz de conseguir melodías que condensan dulzura y firmeza, que van a ser recordadas y que incluyen sorpresas en el medio, que revitalizan lo que venía sonando. El coro de «Renacer» es la prueba de esto, cuando de golpe el tono cambia para regalar dos acordes que le dan mucho más poder a lo que se canta.
Es un momento mágico, que convierte a «Renacer» en una de las mejores canciones del disco. Mucha atención al gran solo de sintetizador, por favor.
Ceci Juno canta en primera persona y lo hace como si se tratara de contar aquello que le puede haber pasado, como si en serio le hubiera sucedido, o si fuese una invención. No se trata de elucubrar. Ella es de esa escuela, en la que las canciones podrían ser tan personales que no queda más remedio que identificarse. Podría ser un artificio, pero así la música se vuelve universal.
Y en esa dinámica, «Temporal» es una apuesta por darle a estas canciones una presencia contundente. Este es un disco de pop, con trazos de R&B y arreglos de jazz en algunos instantes. Que se deja escuchar de corrido y que permite aceptar que luego del temporal, vienen los acordes y las canciones imprescindibles.