Texto: Eduardo Varas C.
La música funciona como vehículo de ideas. Pueden ser nuevas o diferentes aproximaciones a situaciones o hechos que resuenan, que son conocidos. La música sirve para derribar concepciones equivocadas y destrozar tabúes. Sí, casi 100 años de historia de la música popular lo demuestran.
Y el Thali Picky Fest lo tiene muy claro. Porque si se trata de hablar de la salud mental, hay un largo camino todavía por recorrer. Este es un punto de partida. «Queremos borrar ese tabú alrededor de las enfermedades mentales«, dice Martina Tacle, la creadora del festival. «Se trata de hablar de la depresión como un problema real, no como algo que no existe o como esa tendencia que lleva a decir: «tengo la depre», que lo que hace es normalizar una mirada compasiva que no ayuda», sentencia.
Para eso está la música. Para ayudar.
El Thali Picky Fest es un encuentro musical que se llevará a cabo el sábado 14 de mayo en Casa Buenaventura, en Quito. Ocho proyectos se subirán al escenario a compartir sus canciones: Mauricio Mena, Flix Pussy Cola, Cassino en Atlantis, Alejandro Son Otros, María Santa, Felipe Moon, Sebas Torna y Prisci Yc. Diversos géneros y propuestas en función de una misma idea.
«Thali Picky Fest tiene un significado profundo. Thali significa en kichwa «sano» y Picky es el apodo de un amigo que se suicidó hace cuatro años. Es un tema que a mí me afecta bastante. Para mí haberlo perdido fue un tema bastante fuerte y una vez yo dije hacia el cielo y hacia la vida que iba a hacer un proyecto con su nombre. Y este trabajo lo hago a su nombre y me tiene orgullosa», cuenta Tacle. Ese carácter personal tiene un eco en el resto de participantes.
Algunos, incluso tomándose muy en serio la organización.
Dar la mano con canciones y algo más
María Santa será otra de las intérpretes que formará parte del festival. Pero no solo eso. Como María Cristina López —su nombre fuera de los escenarios— ha prestado su experiencia en gestionar sonido en vivo y en el trabajo de producción para que el Thali Picky Fest sea una realidad.
«Me tocó muchísimo la idea», comenta. Ella se dedicó a contactar a las bandas y músicos que podrían participar, sobre todo entre quienes hayan hablado sobre salud mental públicamente —una condición medular para el Thali Picky—. «Se planteó este concepto de Florecer, de Renacer y el día del evento se lo va a ver con los espacios preciosos, las bandas van a venir de diferentes colores, va a ser una cosa muy conceptual«.
Lo que se recaude en el Thali Picky Fest servirá para financiar a Huertomanías, una empresa de carácter social, que desde hace cinco años ha buscado construir autonomía y una reinserción laboral a personas con problemas graves de salud mental, como esquizofrenia y depresión.
«Tocar es el culmen de nuestro trabajo, y eso va de la mano con ayudar a personas con necesidades», dice Emiliano, de la banda Cassino en Atlantis. Ellos se definen como un golpe de energía sobre el escenario y como una banda de rock, con acentos progresivos y algo de nü metal. ¿Han preparado algo particular para su show? Su espectáculo de siempre, entre canciones movidas y otros más lentas, conjugando una dinámica particular, que vendría a ser su firma en vivo.
María Santa también ha preparado un espectáculo que encaja en su concepto de «Obra de arte total»: vestuario, diseño de escenario —algo que se verá con todos los intérpretes—, batería, guitarra eléctrica, pads y hasta danza contemporánea. Esto con temas que van desde la cumbia, el reggaetón, baladas y otras canciones en onda más introspectiva.
Las entradas para el Thali Picky Fest se pueden adquirir en Buen Plan y tienen un costo de $10. También se venderán entradas en la puerta, con un valor de $15. Todo el evento estará conducido por el ilustrador Cazurro.