Texto: Eduardo Varas C.
Hay un nuevo peligro acechando al poblado de Hawkins, en Indiana, Estados Unidos. La ciudad como eje para los ahora adolescentes entre 15 y 16 años. Ellos se enfrentan a la idea de crecer en ese momento complicado con evitar más muertes por ese ser que llaman Vecna. Muertes que en esta temporada son más terroríficas y más presentes. Todo en cámara, violento, el horror es más evidente esta vez.
Con un costo de 30 millones de dólares por episodio, la primera parte de la cuarta temporada de «Stranger Things» se estrenó el pasado 27 de junio por Netflix. Y hasta ahora, a pesar de que algunas críticas han sido duras por el cambio en la propuesta, el resultado de estos nuevos episodios es maravilloso.
¿Por qué? Porque con un giro más ajustado hacia el storytelling, la serie de los Hermanos Duffer —Matt y Ross— ha conseguido en esta cuarta temporada refrescar la fórmula. Casi siguiendo el modelo impuesto por otros dos hermanos —Los Russo— cuando hicieron su «Avengers: Infinity War» (2018): meter varias narraciones en un mismo espacio, pero respetando el desarrollo de cada una, saltando entre ellas, para mantener la tensión. En ese juego de idas y vueltas, «Stranger Things» consigue que todo el elenco y los arcos narrativos brillen.
Bueno, casi todos. Hay que ser sinceros.
Separados en tres espacios distintos —que se convierten en cuatro— los protagonistas deberán investigar las causas de las muertes de jóvenes en Hawkins y acomodarse a una nueva vida que deben llevar en otro sitio y sin poderes —en el caso de Eleven, interpretada por Millie Bobby Brown—. También buscarán rescatar a Hopper de una prisión en Kamchatka y lanzarse a la búsqueda de Eleven, mientras los militares los siguen para hacerles daño.
Salvo este último espacio de acción —que es el más flojo—, todo está en su momento más alto.
Los niños ya están más grandes
«Stranger Things» ya tiene una lista muy larga de personajes, interpretados por actores que hoy en día son muy conocidos. Entre ellos Winona Ryder, David Harbour, Finn Wolfhard, Millie Bobby Brown, Gaten Matarazzo, Caleb McLaughlin, Natalia Dyer, Charlie Heaton, Noah Schnapp, Sadie Sink, Joe Keery y Maya Hawke.
Todos ellos regresan en esta temporada. A la que vuelven actores y sus respectivos personajes que parecía que estaban muertos, como Matthew Modine —el doctor Martin Brenner—, pero no. Ahora una cicatriz cruza por su cara y ya. Sin embargo, es la aparición de dos nuevos personajes, Eddie —interpretado por Joseph Quinn— y Argyle —Eduardo Franco— la que le permite refrescar el terreno. Siempre funciona que a través de adiciones, algo empieza a funcionar de otra forma.
Y en medio de crímenes —Eddie terminaría siendo el principal sospechoso— todas las alarmas suenan. Dustin, Max, Lucas, Steve, Nancy y Robin deciden juntarse para investigar, ya que surgen las sospechas. Lo mismo de siempre: las criaturas del upside down están molestando. Y al parecer el peligro es mayor del que pensaban. Eleven —que se quedó sin poderes en la temporada anterior— decide someterse a un proceso que tratará de recuperarlos, ya que ella necesita enfrentarse a esta amenaza, que parece ser la más fuerte que han enfrentado.
Al haber llegado a este punto, sucede lo mismo que pasando con la saga de Harry Potter: las situaciones son más terroríficas y oscuras. Esta es la temporada en la que se produce, de manera incuestionable, ese cambio. Vecna es un gran villano, como nunca ha tenido la serie. Su presencia hace posible una explosión de posibilidades; algunas de las cuales se pueden ver en estos episodios.
La oscuridad de la temporada es la que ayuda a que los actores, especialmente los más jóvenes, tener una mayor oportunidad para mostrar de lo que son capaces de hacer como actores. Sadie Sink se lleva, sin duda, el mejor momento de estos episodios. No solo porque se sabe próxima a ser víctima del villano, sino que en el proceso de aceptarlo y vivirlo, es capaz de enfrentar su trauma y dolor a través de una carta: un instante de drama absoluto, en medio de una tragedia que está a punto de suceder.
Los Duffer —quienes coescribieron algunos de los episodios y dirigieron parte de estos, junto a Shawn Levy y Nimrod Antal— han encontrado la forma de crear una historia que termine por afectar todo lo que ha pasado antes. Y contarla a manera de tributo a lo que ha sido «Pesadilla en la Calle Elm», por ejemplo —hasta Robert Englund aparece por ahí—. Entonces, esto ya entró al reino de las pesadillas y tanto el ritmo, como la forma en que las cosas se ven, dejan en claro que esta podría ser la mejor de las temporadas de la serie.
Una que se va a acabar en la siguiente, pero todavía falta tiempo para eso. Los nuevos episodios de la temporada cuatro se verán a partir del 1 de julio próximo.
https://www.youtube.com/watch?v=m7ccdln9MOI